martes, 15 de septiembre de 2009

Errores de Lacalle? ¡ DE NINGUNA MANERA !


Dentro de los antagonismos que ha concitado la campaña electoral, uno de ellos, y el más comentado, han sido las expresiones de los candidatos de las fórmulas partidarias. De todas, las que se llevan todos los premios son las vertidas por el candidato del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle.

Se ha dicho que son genuinas de alguien que es de "derecha". No es así, le afloró su naturaleza ancestral. Es decir, de cuna desahogada, de no saber qué es el hambre, qué es la necesidad de lo elemental para sobrevivir un ser humano. De no tener que pensar en el mañana, económicamente hablando, con todas las necesidades básicas satisfechas, con el no conocimiento, en carne propia, de lo que se siente cuando falta la comida, los medios para poder estudiar, la vestimenta, la posibilidad de vacacionar, de poder elegir dónde vivir, de saber que puede traer hijos al mundo y que no sufrirán necesidades. Un presente (jubilación mediante) muy desahogado. Y podría seguir enumerando otros pormenores, pero como ilustración alcanza.

Aquello de que "si no tuviste un dolor de muelas, no sabés lo que es", le cabe a lo que está pasando con Lacalle. Su actitud altanera, poco modesta, lo lleva a decir cosas que se podrían tomar como errores de campaña. Si fueran errores, con el primero alcanzaría para corregir el timón, pero no, continuó y continúa en esa actitud, y pienso que no puede ser otra, por lo antedicho.

Comenzó con la "motosierra", que lo llevó a ser criticado por algunos de su propio sector como una frase poco acertada. Siguió con aconsejar a los inversores que se debe "esperar para invertir hasta diciembre". Lamentable, pensó en él, en su campaña personal, y no en el país. Cuando encaró el tema de los asentamientos y las viviendas para los ciudadanos que allí viven, se le saltó la chaveta. Muy lamentable: les construiremos viviendas, en el mismo lugar, y mientras tanto colocaremos baños y peluquerías para el aseo personal de los habitantes. Con esto demostró un desprecio total a los uruguayos que han tenido que recalar en dichos asentamientos por culpa de las políticas de Estado que los partidos tradicionales han desarrollado en las últimas décadas, y que él y su partido fueron actores principales.

Dejó en "libertad" de acción a los votantes blancos en referencia a la eliminación de la Ley de Caducidad. ¡Qué bueno que es! Por supuesto, no tiene otra salida. Si invita a que no se apoye la anulación de dicha Ley, se pone en contra a muchos uruguayos que saben lo que ocurrió y que piensan que se debe llevar a la Justicia a todo aquel que cometió atropellos en la época de la dictadura.

Comparó el Plan Ceibal con la implementación de la Tarjeta Joven en su gestión al frente del país. Esto último, no merece comentario alguno.

Y para rematar, en una disertación sobre educación resaltó y ponderó enérgicamente a la educación privada, principalmente a las universidades, criticando y denostando a la universidad pública.

Por lo tanto, lo del título, no son errores, le surge espontáneo porque sus raíces son muy disímiles a otras.

http://www.larepublica.com.uy/editorial/379862-errores-de-lacalle-no

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